Lo «machete» de las carreteras de nuestros barrios (parte III)

16.02.2011 21:08

 

Diana C. Urdaneta

Y seguimos en la nota, los barrios entre más visitamos, más hay. Pero es que siendo ahora el país con más petróleo del mundo y no tener carreteras decentes da mucho que desear, con razón dicen que en “casa de herrero, cuchillo de palo”. En estos barrios se sufre las de Caín, entérate pues:

Villa Aeropuerto: Por considerarse aislados, los vecinos reclamaron la situación que por estar pavimentados con arena empeora cuando caen tres gotas de lluvia.

Almawin: Sólo se consolidó el proyecto de aceras y hasta ahora esperan que por lo menos la entrada sea asfaltada.

Nueva Democracia: La vialidad es uno de los inconvenientes más fuertes que enfrenta la población de este sector donde abunda el desnivel producido por el mal estado de las calles. 

Ciudadela Faría: Los habitantes denuncian que esta zona es muy transitada y por tal razón es una de las vías más vulnerables. Esta full de huecos y necesita mantenimiento.

Ciudad Lossada: Hundida se encuentra esta zona por ser una de las que más auxilio pide, ya que concentra un gran número de huecos y agrietamiento en la vialidad.

Los Estanques: Piedras, arena e improvisación vial son las opciones que esta comunidad encontró para dispersar los malos pensamientos que se generan cada vez que un conductor cae en la causa de la falta de mantenimiento en la vialidad.

Las Tarabas: Los vecinos del sector reclamaron el mal estado de las calles, porque sólo fue pavimentada nuevamente la vía principal mientras que los huecos traga carros están presentes.

Francisco de Miranda: Años tiene la comunidad sin ver movilización de máquinas que tengan la intención de mejorar la vialidad.

La Macandona: En el plan de asfaltado sólo fue incluida la vía principal, los vecinos comentaron que sólo a medias se realizó el mantenimiento y esperan que el trabajo se expanda hasta las calles donde verdaderamente necesitan asfaltar.

Ni máquinas, ni ganas de los vecinos, ni plata ni nada de nada es lo que le dicen al Zángano cada vez que pasa por estos barrios, los vecinos no quieren dar sus nombres por temor a que si alguna vez les vengan a echar una manito, se las nieguen por haber denunciado el desorden y la desidia de los entes gubernamentales.